La capital de Estonia se encuentra en la costa norte del país, a orillas del Mar Báltico. Es una ciudad rodeada de parques y bosques, lo que la hace muy atractiva para los amantes de la naturaleza.
Tallin, que así se llama la capital de Estonia, es una ciudad medieval con una rica historia. Fue fundada en el siglo XIII y ha sido testigo de muchas batallas y acontecimientos históricos.
En la actualidad, Tallin es una ciudad moderna y vibrante que cuenta con un centro histórico perfectamente conservado, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este centro histórico es uno de los más impresionantes de Europa y atrae a turistas de todo el mundo.
Para llegar a Tallin se puede hacerlo por aire, ya que dispone de un aeropuerto internacional, o por tierra, ya que está conectada por carretera con las principales ciudades de Estonia y países vecinos. Además, cuenta con un puerto en el que atracan ferries procedentes de Helsinki, la capital de Finlandia.
Si te preguntas "¿Dónde está Estonia país?", debemos decirte que se encuentra en el norte de Europa. Esta nación se ubica en la costa este del mar Báltico y limita al norte con el golfo de Finlandia. Con una superficie de 45.227 km², Estonia es uno de los países más pequeños del continente.
Estonia se encuentra en una posición previlegiada en la Europa del norte. Limita con Letonia al sur y Rusia al este, y es uno de los países bálticos que conforman una región con características propias y culturas milenarias. Con una población de alrededor de 1,3 millones de habitantes, Estonia es el hogar de numerosas comunidades étnicas y lingüísticas.
El territorio de Estonia cuenta con una gran variedad de paisajes y ecosistemas, destacando por sus numerosos y hermosos bosques, las zonas costeras del mar Báltico y una serie de lagos y ríos que se extienden por todo su territorio. Su clima es templado, con inviernos fríos y veranos suaves.
Antes de ser conocida como Estonia, este país báltico tenía diferentes nombres a lo largo de su historia. Uno de ellos fue Esthonia, utilizado por los alemanes cuando ocuparon la región desde el siglo XIII hasta mediados del siglo XX.
Otro de los nombres utilizados fue Reval, en referencia a la ciudad de Tallin que en la Edad Media era uno de los principales centros comerciales del Mar Báltico. De hecho, Tallin es el nombre que se utiliza actualmente para referirse a la capital de Estonia.
Antes de la llegada de los alemanes, este territorio era habitado por tribus finougras, que lo llamaban Maame. En el siglo XIII, los daneses y los alemanes comenzaron a conquistar la región y a imponer su influencia cultural y lingüística.
Finalmente, en el siglo XX, Estonia formó parte de la Unión Soviética y durante muchos años se la conoció como REPÚBLICA SOCIALISTA SOVIÉTICA DE ESTONIA. Sin embargo, tras la caída del muro de Berlín y la disolución de la URSS en 1991, Estonia recuperó su independencia y volvió a utilizar el nombre que hoy conocemos.
Estonia es un país ubicado al noreste de Europa, limitando al norte con el golfo de Finlandia. Su costa tiene una longitud de 3794 km y cuenta con numerosas bahías y penínsulas. Pero, ¿qué mar baña Estonia?
El mar que baña Estonia es el mar Báltico, el cual es un mar interior ubicado al este del continente europeo. El mar Báltico es el cuerpo de agua más grande del mundo en cuanto a superficie y es compartido por países como Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia y Rusia.
La costa de Estonia cuenta con numerosas playas y puertos, lo que hace que el turismo en esta zona sea muy popular. Además, el mar Báltico permite el transporte de mercancías y el intercambio comercial con otros países que tienen acceso a él.
A pesar de ser un mar interior, el mar Báltico no está completamente cerrado, ya que tiene una abertura hacia el océano Atlántico a través del estrecho de Skagerrak y el Kattegat. Esto permite el intercambio de agua y el ingreso de especies marinas desde el océano Atlántico al mar Báltico.
En conclusión, el mar que baña Estonia es el mar Báltico, el cual es un importante cuerpo de agua que conecta a múltiples países del norte de Europa y que es crucial para la economía y el turismo de la región.